"El crecimiento económico desde la pandemia ha sido uno de los más altos de la zona euro a nivel europeo", dijo durante una cena ofrecida por el Centro Portugués de Estudios(CPE).

La estimación más reciente del Instituto Nacional de Estadística(INE) apunta a un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,9% en 2024, pero el ministro destacó que "el último trimestre fue excepcionalmente bueno".

"Nuestra previsión oficial se mantiene en el 2,1%. Sin embargo, con el crecimiento que esperábamos en octubre cuando presentamos el presupuesto en el Parlamento, y ahora con esta 'prórroga' del 1,3% (del PIB), tendremos un 2,5% de crecimiento real (del PIB). Esta es nuestra expectativa si no nos afecta ningún choque económico externo", explicó.

Según el ministro portugués, "los resultados superaron las expectativas en 2024: más crecimiento del previsto inicialmente, menos empleo, mayor superávit fiscal, menos deuda y menos inflación de la esperada".

"Mirando a la economía portuguesa, aunque haya recesión el año que viene, nos mantendremos por debajo del 3% de déficit (presupuestario) en términos de PIB", aseguró.

Miranda Sarmento se congratuló de que las principales agencias de calificación hagan actualmente una valoración positiva de la deuda pública portuguesa, lo que ha reducido los tipos de interés de los bonos del Tesoro.

Esta situación contrasta con la calificación "basura", es decir, de alto riesgo, durante la crisis de la deuda soberana de gran parte de la década de 2010.

En enero, la agencia de calificación financiera DBRS decidió elevar la nota de Portugal a "A" (alta).

El viernes será el turno de S&P, seguida de Fitch el 14 de marzo y Moody's el 16 de mayo, según los calendarios publicados por las agencias.

"No me sorprendería que S&P también subiera 'nuestro rating' el viernes", dijo el ministro.

A pesar de las "buenas noticias en este incierto entorno internacional", el ministro reconoció que Portugal sigue enfrentándose a "problemas y dificultades", mencionando, entre otras cuestiones, la baja productividad y la necesidad de modernizar la administración pública.