Según la Asociación Portuguesa del Comercio del Automóvil (ACAP), el año pasado fue, por lo tanto, peor que el de 2020, un año en el que las ventas de coches usados cayeron un 11 por ciento en comparación con el período anterior a la pandemia.
En el mes de diciembre, hubo un crecimiento del 9 por ciento en las matriculaciones de coches usados en comparación con el mismo periodo de 2020, contradiciendo la tendencia de descensos interanuales que persistía desde junio. Sin embargo, si se compara con el año 2019, se produjo un descenso del 9 por ciento.
Según el barómetro Standvirtual de ACAP, los SUV fueron el segmento más buscado en el apartado de vehículos nuevos, situándose por encima del 40 por ciento de las intenciones de compra. Le siguen los utilitarios (15 por ciento) y los urbanos (10 por ciento), quedando el resto de segmentos por debajo del 10 por ciento.
En cuanto al tipo de combustible más demandado en los vehículos nuevos, la tendencia es la gasolina (casi el 50 por ciento) y después el Diesel (20 por ciento). También hay una gran demanda de híbridos de gasolina (12,4 por ciento) que, aun así, no supera a la de los eléctricos (14,6 por ciento).
Por otro lado, se mantiene la escasez de coches por debajo de los 10.000 euros, con alrededor del 18 por ciento de la cuota de anuncios, frente al 25 por ciento de hace un año. La cuota de vehículos se mantiene entre 10 y 20 mil euros (41%), pero por debajo de los niveles de enero de 2021 (46%). La representación de los coches de más de 20 mil euros aumentó del 27% al 40% en el último año.