Recientemente he estado hojeando mis viejos cuadernos y he descubierto que, a lo largo de los años, cuando he llegado a un pasaje particularmente interesante o bien escrito en un libro que estoy leyendo, lo he garabateado. Se me ocurrió que sería bueno compartirlos de vez en cuando en nuestra sección de libros.
He pensado empezar con un pasaje que he encontrado en un libro de los años 30 (que creo que puede ser de mi bisabuelo) llamado "Un esquema para niños y niñas y sus padres".
El libro intenta, bueno... Hacer exactamente lo que dice en la portada. Ofrece un esquema del mundo para sus nuevos habitantes, así como un repaso para el resto de nosotros. Me pareció muy interesante comprobar que, aunque la vida es seguramente muy diferente ahora, mucha más información de la que se podría pensar sigue siendo relevante hoy en día.
Leí el siguiente pasaje hace unos años, pero curiosamente recuerdo que fue en esta época del año, porque estas flores de margarita acababan de empezar a crecer. Recuerdo haber paseado con curiosidad por el campo buscando círculos perfectos y haber reflexionado que la naturaleza, efectivamente, "alaba".
Círculos perfectamente imperfectos
"Elmismo error se cometió cuando los hombres empezaron a desarrollar la geometría. Descubrieron que, aunque podían hacer círculos, líneas rectas y cuadrados perfectos, en realidad en la naturaleza muy rara vez se encontraban con cosas tan perfectas. La naturaleza parece "dibujar a mano alzada" a partir de modelos geométricos perfectos, pero no ella misma para hacer tales modelos. Así que los hombres comenzaron a pensar que había algo divino en la geometría y que los círculos, especialmente, eran celestiales.
"La idea, por supuesto, pareció obtener un gran apoyo del primitivo estudio de las estrellas. A los primeros astrónomos les pareció que, aunque aquí abajo todo patrón era confuso y todo diseño incompleto, en el cielo había un orden perfecto. Tan firmemente se fijó esta idea en las mentes de los hombres que cuando, hace sólo cuatro siglos, se señaló que los planetas no iban en círculos perfectos alrededor del sol, sino en círculos irregulares llamados elipses, la idea fue atacada como impía, porque decir que un cuerpo celeste no se movía de la manera celestial -un círculo perfecto- era arrojar dudas sobre que el círculo fuera una forma divina."