"Teniendo en cuenta el envejecimiento de la población portuguesa y la importante reducción de los ingresos de los prestatarios en la transición de la vida laboral a la situación de jubilación, a pesar de la reducción de los gastos que pueda producirse, la alta concentración de préstamos en prestatarios de más de 70 años en el plazo del préstamo podría suponer un riesgo para el sistema financiero", dice el BdP en el informe.
Según el regulador, a finales de 2021, "casi dos tercios del stock de préstamos a la vivienda estaban asociados a prestatarios cuya edad al final del préstamo será superior a 70 años y alrededor de una cuarta parte estaba asociada a prestatarios cuya edad será superior a 75 años".
"La mayoría de estos prestatarios contrataron sus préstamos entre los 27 y los 40 años", se lee también en el documento.
Para el BdP, la concesión de préstamos con vencimientos muy largos significa que, muy a menudo, "el plazo de los préstamos supera la vida activa de los prestatarios".