Según los datos, entre las reacciones adversas graves hay 129 casos de muerte entre personas con una edad media de 77 años, según el Informe de Farmacovigilancia.
El documento señala, sin embargo, que estos fallecimientos no pueden considerarse relacionados con la vacuna contra el Covid-19 sólo porque se hayan notificado espontáneamente al Sistema Nacional de Farmacovigilancia.
En la mayoría de los casos notificados y con más información, se dice en el documento, la muerte puede explicarse por el historial médico del paciente y/o por otros tratamientos.
Según el informe, hasta finales de marzo se habían administrado un total de 23.667.634 vacunas.
La mayoría de las reacciones adversas (12.426) están relacionadas con la vacuna de Pfizer/BioNtech (Comirnaty), seguida de AstraZeneca (Vaxzevria), con 6.324, Moderna (Spikevax), con 3.294, y Janssen, con 3.294.
Infarmed subraya, sin embargo, que estos datos "no permiten comparar los perfiles de seguridad entre vacunas", ya que se utilizaron en subgrupos de población diferentes (edad, sexo, perfil de salud, entre otros) y "en periodos y contextos epidemiológicos distintos".
De los casos de reacciones adversas clasificadas como graves, "cerca del 85% se refieren a situaciones de incapacidad temporal (incluido el absentismo laboral)".
De las reacciones adversas graves, el informe señala que 4.640 (19,2%) fueron clasificadas como clínicamente importantes, 1.919 (8%) causaron alguna discapacidad, 833 (3,5%) requirieron hospitalización, 270 (1,1%) representaron una amenaza para la vida y 129 (0,5%) provocaron la muerte.
Por grupos de edad, los que tenían entre 25 y 49 años registraron el mayor número de casos de efectos adversos graves (3.621 casos), y también el mayor número de vacunas administradas (7.740.606).