Esta moneda forma parte de un paquete anunciado por el Ejecutivo comunitario en Bruselas, que incluye nuevas propuestas de marco legal para el euro digital y para salvaguardar el uso del efectivo. En el espíritu de este paquete, la institución ha propuesto que el euro digital esté, de forma similar al efectivo, "disponible junto con los métodos de pago privados nacionales e internacionales existentes".
"Funcionaría como un monedero digital, las personas y las empresas podrían pagar con el euro digital en cualquier momento y en cualquier lugar dentro de la zona euro". En particular, los pagos estarían disponibles tanto en línea como fuera de línea, o mejor dicho, los pagos podrían realizarse de dispositivo a dispositivo sin conexión a Internet, en una zona remota o en un aparcamiento subterráneo, mientras que las transacciones en línea ofrecerán el mismo nivel de privacidad que los métodos de pago digitales existentes", explicó la Comisión Europea.
"Está previsto que los bancos y otros proveedores de servicios de pago de toda la UE" "distribuyan el euro digital a ciudadanos y empresas", y "los servicios básicos del euro digital se prestarán gratuitamente a los particulares".
"Para promover la inclusión financiera, la gente no tendrá que poseer una cuenta bancaria para poder abrir y gestionar una cuenta de euro digital en las oficinas de correos o en otra entidad pública, como un gobierno local", destacó la Comisión Europea, asegurando que "la cuenta también será fácil de usar, incluso para las personas con deficiencia."
Para ello, las empresas de toda la zona euro estarán obligadas a aceptar el euro digital, salvo las muy pequeñas, que podrán optar por no aceptarlo, dado el coste de crear nuevas infraestructuras.
Al igual que el efectivo, el euro digital será responsabilidad del BCE, ya que la propuesta anunciada el miércoles sólo establece el marco jurídico y los elementos esenciales del euro digital y tendrá que pasar por el Parlamento Europeo y el Consejo. Corresponderá al BCE decidir si acuña la moneda y cuándo, en un proyecto que exigirá un trabajo técnico suplementario al banco central.
También se ha propuesto un curso legal para las monedas y billetes de euro, con el fin de "salvaguardar la aceptación general continuada del efectivo en la zona euro y también asegurar que la gente tenga suficiente acceso al efectivo", permitiendo a cada ciudadano elegir "libremente su método de pago".
Para ello, Bruselas ha pedido a sus Estados miembros que aseguren la aceptación de monedas y billetes, solicitando informes sobre la situación y medidas para solucionar los problemas detectados. "La Comisión podría intervenir para concretar medidas, si fuera necesario", ha añadido la institución.
Adoptado por 20 Estados miembros de la UE, el euro lleva 21 años en circulación y es la segunda moneda más utilizada en las transacciones internacionales a nivel mundial.