El municipio quiere restaurarlo para que vuelva a ser testimonio de los descubrimientos portugueses.
Con una vista privilegiada de la carismática Praia da Batata, el Fuerte Ponta da Bandeira es una de las estructuras militares del siglo XVII mejor conservadas de la región. No salió indemne del terremoto de 1755, pero fue reconstruido poco después. Ahora espera una intervención, por primera vez en 22 años.
La muralla, construida para contrarrestar los avances del mar -que no siempre está en calma-, sigue cumpliendo su propósito original. Los daños causados por la erosión son innegables, aunque actualmente no constituyan una amenaza para los cimientos.
El Forte Ponta da Bandeira era punto de paso de más de 40.000 visitantes anuales antes de la pandemia. Fue, en su momento, el segundo monumento más visitado de la ciudad. Alberga varias salas temáticas en su interior, que volverán a acoger exposiciones a partir de marzo.
El Ayuntamiento de Lagos pondrá en marcha un estudio para evaluar las deficiencias estructurales de este Bien de Interés Público. La obra está incluida en el Plan Regional de Intervenciones Prioritarias del Algarve, pero los trabajos de restauración sólo avanzan tras el diagnóstico. Hasta entonces, el objetivo es volver a atraer a los turistas a este fuerte museo, inactivo desde 2022.