"Los destinatarios responden a llamadas de números nacionales pero, al otro lado, nadie contesta", señala la alerta, que revela que la recepción de "llamadas telefónicas silenciosas" ha sido denunciada con mucha frecuencia ante la Fiscalía.

"Cuando el destinatario de la llamada contesta, no hay respuesta al otro lado, y unos segundos después la llamada se corta", informa la Fiscalía, señalando que si el destinatario de la llamada no contesta y posteriormente la devuelve, ésta es atendida por una persona en territorio nacional, cliente de una operadora nacional y verdadero titular de ese número falsificado por la acción de agentes de la delincuencia.

Esta última persona "no realizó la llamada en cuestión, ni sabe nada de ella. El verdadero titular del número no tiene conocimiento de que su número fue utilizado abusivamente para realizar multitud de llamadas".

La Oficina de Ciberdelincuencia afirma que "aún no se conocen todos los detalles de esta actividad delictiva", pero "ya se dispone de información suficiente que permite concluir que este tipo de llamadas telefónicas (silenciosas) son exploratorias, destinadas a confirmar o negar la validez de los números de teléfono a los que se llama".

En su opinión, son "un procedimiento preparatorio de otras estafas telefónicas, de las que ya se tiene un amplio conocimiento, ya sea mediante falsas llamadas policiales o mensajes escritos exigiendo el pago".

Otras estafas

Además de este fenómeno, y de forma paralela, la Oficina de Ciberdelincuencia dice haber identificado, en este caso "claramente", otra campaña de estafas telefónicas dirigidas a destinatarios en Portugal, en la que las llamadas fraudulentas se realizan mayoritariamente en inglés, "a veces a un nivel rudimentario y con un acento comúnmente utilizado en el subcontinente indio".

En uno de estos esquemas de llamadas fraudulentas, el agente criminal dice ser un empleado de una entidad de gestión de carteras de criptomonedas e informa a la víctima de que su dirección de correo electrónico está asociada a una cartera de criptomonedas muy antigua, en la que está depositada una cantidad muy considerable de dinero. También dice que esta cartera ha estado inactiva durante demasiado tiempo y, por lo tanto, será cerrada. Por último, añade que este cierre se puede evitar si su propietario (la víctima) abre una cuenta en otra entidad, a la que se puedan transferir las cantidades del monedero.

La Oficina de Ciberdelincuencia también señala que se han detectado casos en los que el agente criminal facilitaba a la víctima instrucciones y credenciales para acceder a una plataforma online en la que se podía comprobar el saldo del supuesto monedero digital.

Si durante la llamada la víctima se ofrece a abrir una nueva cuenta o monedero, tal y como le propone el agente criminal, éste le informa de que la apertura de la cuenta implica el ingreso inmediato de una cantidad que podría alcanzar los cientos de euros en la nueva cuenta.

Para ello, el agente criminal da a la víctima instrucciones precisas sobre cómo transferir fondos a este supuesto nuevo monedero de criptodivisas.

"Se trata, por supuesto, de un monedero controlado por los agentes criminales, quienes, una vez en posesión del dinero, desaparecen", advierte.

"Estas llamadas telefónicas son fraudulentas. Las realizan agentes criminales que forman parte de grupos internacionales de delincuencia organizada. El único objetivo de las llamadas es persuadir a las víctimas para que transfieran cantidades monetarias al monedero de criptodivisas que les indican", concluye la Oficina de Ciberdelincuencia.