"La gran ventaja es que todas las islas tienen al menos dos operadores turísticos para la observación de cetáceos", dijo el vicepresidente del Gobierno Regional, Artur Lima, en Ponta Delgada.
El funcionario recordó que las islas de Flores y Corvo "no tenían" hasta ahora la posibilidad de observar ballenas.
Según el comunicado del Consejo de Gobierno, la actividad de observación de cetáceos "tiene una importancia añadida para la identidad del turismo en las Azores, representando uno de los casos más exitosos de desarrollo sostenible en todo el mundo, a través de la reconversión de una actividad económica que pasó de ser extractiva (la caza de ballenas) a una actividad que valoriza en gran medida un recurso natural."
"La herencia de un vasto patrimonio ballenero y todas las medidas legislativas de precaución que se adoptan, asociadas a su preservación, constituyen un factor esencial en las políticas turísticas regionales, denotando una preocupación respetuosa por el pasado, al tiempo que se evoluciona hacia una situación de prosperidad económica".
El ejecutivo también recuerda que "el desarrollo cualitativo de las actividades marítimo-turísticas, así como la protección del mar y su uso verdaderamente sostenible, son prioridades estratégicas incluidas en el Programa del XIV Gobierno de las Azores".
"La actividad de observación de cetáceos se destaca como una de las más relevantes para la creación de valor en este contexto y merece una cuidadosa atención en su estructuración básica con vistas a la sostenibilidad futura", afirma.
Por lo tanto, "es importante ofrecer licencias turísticas para la observación de cetáceos en todas las islas, en particular, para la Zona A, en una más, y para la Zona C, en ocho licencias más", con la propuesta de suprimir la Zona Z.