La Tierra se formó hace unos 4.500 millones de años y era en su mayor parte agua, pero los impactos de meteoritos y asteroides eran poco frecuentes antes de hace 2.500 millones de años.

Las evidencias de conos de fragmentación, una cúpula central y basaltos almohadillados sugieren una colisión masiva que pudo influir en la vida primitiva, aunque algunos científicos siguen siendo escépticos sobre su influencia en la evolución de la Tierra.