Las leyes modificadas pretenden invertir el rápido descenso de la natalidad en el país y motivar a las empresas para que ayuden a los empleados a lograr un mejor equilibrio entre vida laboral y personal.

El gobierno metropolitano de Tokio, uno de los mayores empleadores del país, anunció la introducción de la semana laboral de cuatro días, que comenzará a aplicarse la semana que viene.