Después de que la zona se viera afectada, en 2018, por el mayor incendio forestal de Europa ese año, la prioridad es ahora la defensa de los núcleos de población situados en las zonas forestales de Monchique, la zona del Algarve más afectada por los incendios forestales en las últimas décadas.
Según el alcalde, Paulo Alves, las intervenciones, que se centran en las zonas de alto peligro de incendio, pretenden reconvertir áreas de matorral, eucalipto y pino mediante la plantación de especies autóctonas, como el madroño, el alcornoque o los cítricos.
"Esa es la intención, hacer que los entornos de las viviendas sean más seguros y resistentes a los incendios", explicó.
La primera intervención, que ya ha finalizado, se ha llevado a cabo en el recinto de Montinho, con una superficie de 21 hectáreas y seis propietarios. Ahora se está trabajando en Portela da Serenada y Corchas, que suman 18 hectáreas y 21 propietarios.
Eliminación de eucaliptos
En la práctica, los trabajos pretenden implantar franjas de gestión del combustible en torno a los núcleos de población, eliminando, sobre todo, eucaliptos y arbustos invasores, como la acacia, y plantando después especies más adaptadas al clima mediterráneo.
Según explicó a Lusa la jefa de la división de Desarrollo Rural de la Câmara de Monchique, Sónia Martinho, en los lugares donde las pendientes superan el 25% se están abriendo terrazas, es decir, plataformas donde también se plantarán especies autóctonas que ayuden a disminuir la velocidad de propagación en caso de incendio.
"Estos árboles, al ser autóctonos, están más adaptados a nuestro clima, que es seco, el mediterráneo. Los alcornoques, en cambio, tienen una autoprotección contra el fuego, que es el corcho, y podemos decir que están más adaptados a esta ubicación y que también tendrán más resiliencia a un incendio", ha dicho.