En el Boletín Económico de octubre, la institución dirigida por Mário Centeno sólo presenta las previsiones para este año, pero señala el impacto en 2023 de la desaceleración del crecimiento económico registrada a partir del segundo trimestre.
"Los efectos negativos de la agresión militar rusa en Ucrania se acentuaron a lo largo del año, lo que implica una relativa estabilización de la actividad a partir del segundo trimestre. Estos efectos serán más notables en 2023, anticipando una desaceleración significativa respecto a 2022, con un efecto de arrastre de más de 3,9 pp. [puntos porcentuales] a 0,5 pp", reza el informe.
Sin embargo, para este año la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) se revisa al alza en 0,4 pp. respecto a junio, hasta el 6,7%, con la economía portuguesa "beneficiándose de la recuperación del turismo y del consumo privado".