"Estamos muy satisfechos, no sólo por el dinero recaudado, sino más aún porque corresponde al doble de lo que habíamos previsto", dijo Rogério Bacalhau a Lusa, en un balance del primer año en que la tasa turística se aplicó con normalidad, después de dos años en que se suspendió debido a la pandemia del Covid-19.
La tasa turística de 1,50 euros por noche se aplica en el municipio de Faro entre marzo y octubre de cada año, por un periodo máximo de siete noches por cada estancia de huéspedes mayores de 13 años.
Según Rogério Bacalhau, el elevado importe recaudado con esta tasa permite concluir que "Faro es actualmente un destino turístico, lo que no era hace unos años", y también que "no ha ocurrido lo que algunos preveían", es decir, que la tasa "haría perder competitividad al sector turístico" en los municipios que la aplicaban.
El alcalde aseguró que la tasa se seguirá aplicando y espera que otros municipios del Algarve aprueben pronto normas para beneficiarse de este aumento de ingresos.
Para Rogério Bacalhau, "esta recaudación también es importante para el sector turístico, porque permite realizar más inversiones para mejorar Faro como destino", es decir, "en los espacios públicos, en el patrimonio, en la oferta cultural y de eventos y en la mejora de los servicios prestados" a los turistas.
En la región más meridional de Portugal, esta tasa sólo se aplica actualmente en los municipios de Faro y, de forma diferente, en Vila Real de Santo António.