San Francisco, Austin, Berlín, Tel-Aviv y ahora Lisboa. Ciudades asociadas al capital riesgo, a las start-ups tecnológicas y a los nómadas digitales. Este ecosistema en Portugal se encuentra en una fase más temprana que otros, pero no por ello menos emocionante y cada vez más en boca de los inversores internacionales. Cada vez atraen más los locales innovadores, las oportunidades que el país puede ofrecer y el estilo de vida que lo acompaña.
Además de una ubicación estratégica que conecta Europa, África y, en cierta medida, América Latina, Portugal ofrece grandes talentos que salen de una cinta transportadora de universidades centradas en la tecnología. No es de extrañar que sea una propuesta de valor para las empresas que buscan expandirse especialmente en Europa o aumentar su escala. Los sectores en los que Portugal se considera especialmente fuerte son la automoción, la aeronáutica, la alimentación, las tecnologías de la información y las ciencias de la vida. Todos ellos sectores de actividad con gran potencial para atraer IED.
Cuando empresas como Cloudflare, Bose y Google establecen centros tecnológicos en un país, es una señal positiva de que la calidad del talento disponible es alta, ya que es un criterio esencial para tal decisión. Portugal tiene la segunda tasa más alta de ingenieros graduados de las principales jurisdicciones de la UE, con otros ingenieros no portugueses igualmente talentosos que buscan llamar a Portugal su hogar debido a los incentivos fiscales, la seguridad y el estilo de vida. Cloudflare, por ejemplo, tuvo en cuenta 45 ciudades de 29 países a la hora de elegir su centro tecnológico en la UE. La elección de Portugal es, por tanto, una prueba fehaciente de la calidad del país y de su gran potencial para convertirse en el próximo gran centro tecnológico.
La tendencia al trabajo a distancia, que se ha acelerado en todo el mundo desde la pandemia, combinada con la persistente demanda internacional, ha empujado al país a añadir el visado para nómadas digitales a una serie de opciones de programas de residencia. Esta decisión ha resultado muy eficaz, con 200 solicitudes registradas en los tres primeros meses de su puesta en marcha. No es de extrañar, tratándose de un país que siempre ha sido calificado como el mejor para trabajar a distancia.
Naturalmente, esto ha repercutido en el mercado inmobiliario de las localidades portuguesas preferidas por los nómadas digitales, como Lisboa, Oporto, Ericeira, Setúbal y Madeira. Desde el lanzamiento de este visado, se ha producido un fuerte desplazamiento hacia el mercado de alquileres a medio plazo -contratos de 6 meses a 1 año, que se cobran a un precio superior-. Una vez instalados y experimentados los beneficios de vivir en Portugal, muchos nómadas optan por solicitar la residencia permanente y hacer de Portugal su hogar a largo plazo.
Michael Maxwell, de EQTY Capital, señala: "El buen tiempo, la vibrante escena social, los índices de delincuencia mínimos y el coste de la vida asequible lo convierten en un lugar increíble. Eso significa que los trabajadores remotos se aplican a sacar adelante el trabajo durante el día y se sumergen en la cultura y el estilo de vida portugueses por las tardes y los fines de semana. Muchos acaban quedándose o, al menos, ampliando sus planes iniciales".
Del mismo modo, Luiz Maia, de Maia International, comentó que "casi semanalmente, los nómadas digitales brasileños y estadounidenses se ponen en contacto con muchos que buscan adquirir una propiedad, que en relación con Sao Paulo o San Francisco, está bien de precio, especialmente cuando sus propiedades en casa se alquilan o se venden a precios que cubren con creces sus costes inmobiliarios portugueses."
Este ecosistema de capital riesgo, start-ups tecnológicas y nómadas digitales es un beneficio a largo plazo para Portugal, creador de riqueza sostenible y fuente de recaudación fiscal. La opinión es que acaba de empezar, y las oportunidades de crecimiento son significativas, lo que es un buen augurio para el país.
por João Hilario, Director de Desarrollo de Negocio de EQTY Capital