El decreto ley fue publicado este miércoles en el Diário da República(DR). Según el diploma, esta obligación se limita a las "entidades mayores no establecidas" o que tengan una "instalación fija o representación permanente, únicamente en una jurisdicción fiscal".
El informe en cuestión tendrá que ser elaborado por la sociedad matriz final y la sociedad autónoma que, en el periodo del que se informa y en el anterior, tenga ingresos consolidados iguales o superiores a 750 millones de euros. La publicación deberá realizarse en los 12 meses siguientes a la fecha de cierre del balance del periodo sobre el que se informa.
Entre la información que debe incluirse en el informe está el nombre o razón social de la sociedad matriz o autónoma, el periodo de referencia, la moneda utilizada y una breve descripción de la naturaleza de las actividades de la empresa.
Si no se cumple esta obligación, las empresas son sancionadas con una multa de entre 1.500 y 30.000 euros.
Esta ley, transpuesta de la Directiva (UE) 2021/2101, pretende aumentar "el control por parte de financiadores, inversores, proveedores, clientes, trabajadores y la sociedad civil en general, de los impuestos sobre la renta soportados por las empresas multinacionales que desarrollan su actividad en la Unión Europea y, en particular, en Portugal".