Según informa Sapo, la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEPC) advirtió esta noche del empeoramiento de las condiciones meteorológicas en las próximas 48 horas, con lluvias, viento fuerte, mar agitado y nevadas, especialmente en el centro y norte del país.


Basándose en las previsiones del Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera(IPMA), la ANEPC advierte de precipitaciones el miércoles, especialmente en las regiones del litoral norte y centro, a partir del final de la tarde, y de un aumento gradual de la intensidad del viento, que soplará a veces con fuerza en la franja costera y en el altiplano.


Para el jueves, las lluvias se extienden a todo el territorio continental, pero con especial intensidad en el norte y centro y en las zonas montañosas, esperándose nevadas en los puntos más altos de la Serra da Estrela, bajando gradualmente la cota hasta los 800/1.000 m de altitud al final del día.


Para el mismo día (jueves) se espera predominio de viento fuerte del cuadrante oeste, aumentando gradualmente de intensidad y soplando fuerte en ocasiones en la franja costera y zonas altas, con rachas de hasta 70 kilómetros por hora, así como aumento gradual de la agitación marítima, con empeoramiento a partir de la madrugada.


Con base en estas previsiones, la Protección Civil advierte de condiciones resbaladizas en las carreteras debido a la posibilidad de acumulación de hielo, nieve y formación de láminas de agua, nevadas en zonas y altitudes donde habitualmente no se verifican, y dificultades en el drenaje de los sistemas urbanos, concretamente las verificadas en períodos de mar-mar, que pueden provocar inundaciones en los lugares históricamente más vulnerables.


También alerta sobre posibles accidentes en el borde costero debido a la fuerte agitación marítima, inundaciones en áreas urbanas, causadas por la acumulación de agua de lluvia por obstrucción de los sistemas de flujo o por superposición costera, la posibilidad de caída de ramas o árboles, así como la afectación de infraestructuras asociadas a las redes de comunicación y energía y daños en estructuras montadas o suspendidas.


Protección Civil recuerda que "el posible impacto de estos efectos puede minimizarse, especialmente mediante la adopción de comportamientos adecuados", haciendo algunas recomendaciones, sobre todo para las zonas históricamente más vulnerables.


Recomienda, entre otras cosas, redoblar la atención a los colectivos más vulnerables (niños en los primeros años de vida, enfermos crónicos, ancianos o personas en condición de mayor aislamiento, trabajadores que desarrollan su actividad en el exterior y personas sin hogar), asegurar la adecuada fijación de las estructuras sueltas, concretamente andamios, pancartas y otras estructuras suspendidas, y cuidado en la circulación y permanencia cerca de zonas arboladas, estando atentos a la posibilidad de caída de ramas y árboles, debido a la mayor fuerza del viento.


También pide especial cuidado en la circulación por el frente costero y zonas ribereñas históricamente más vulnerables a los pasos a desnivel costeros, evitando la circulación y permanencia en estos lugares, no practicando actividades relacionadas con el mar, a saber, pesca deportiva, deportes náuticos y paseos junto al mar -evitando también el estacionamiento de vehículos muy cerca del frente marítimo-, la adopción de una conducción defensiva y evitando la circulación por carreteras afectadas por la acumulación de nieve.