Los cuernos incautados por las autoridades aduaneras en el aeropuerto Humberto Delgado de Lisboa se transportaban en un paquete de cartón con destino a París y pesaban 7,044 kilos.
Esta especie, como muchas otras, está protegida por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres - CITES, pero sigue siendo un negocio ilegal muy rentable para los cazadores furtivos.