"El PNR Arpão se convirtió, si no en el primero, en uno de los poquísimos submarinos convencionales en navegar bajo el hielo, una zona normalmente reservada a los submarinos de propulsión nuclear. Permaneció bajo la capa de hielo durante un total de cerca de cuatro días, habiendo explorado también la operación en la Zona Marginal de Hielo, con una alta densidad de hielo suelto, un área con alto valor tácito, una zona en la que ningún otro submarino occidental se atrevió a operar, desde la Segunda Guerra Mundial, con total éxito".

El submarino "Arpão" partió de la Base Naval de Lisboa el 3 de abril, con 36 personas a bordo, para participar en la operación "Escudo Brillante" de la Alianza Atlántica. Con este motivo, el Jefe del Estado Mayor de la Marina, Almirante Henrique Gouveia e Melo, destacó la "gran importancia" de esta misión, ya que es la primera vez que un submarino portugués operará "bajo el hielo ártico".

El submarino regresó a la superficie "sano y salvo" el 3 de abril y la Marina destaca que esta fue "una de las mayores aventuras" de este submarino hasta la fecha.

En esta operación, los militares portugueses contaron con el apoyo de las armadas de Estados Unidos de América, Dinamarca y Canadá.