"La huelga no empieza hasta el día 22", por lo que "todavía hay tiempo para que el Gobierno convoque si quiere convocar" para discutir los servicios mínimos o las reivindicaciones contenidas en el preaviso de horas extraordinarias, dijo a Lusa Artur Cerqueira, líder de la FNSTFPS.
Sin embargo, "no creemos que eso vaya a ocurrir", admitió el dirigente sindical.
"Este preaviso de huelga permite a los trabajadores, como colectivo, no trabajar más de las 150 horas obligatorias" para la función pública, hasta final de año, explicó, destacando que esta convocatoria es una forma de responder a la excesiva carga de trabajo impuesta a los empleados de AIMA.
No obstante, "si algún trabajador decide que quiere ir a trabajar, irá a trabajar", dijo, destacando que la huelga programada permite a cada empleado "evaluar si está demasiado cansado o no" para hacer horas extraordinarias.
Por tanto, "no esperamos que [este paro] tenga la respuesta que tiene una huelga en el trabajo normal", explicó.
Por otro lado, "esta huelga durará hasta final de año", siempre "con la expectativa de que se pueda desconvocar, si AIMA toma las medidas necesarias para crear el mapa de personal con un nuevo número de trabajadores suficiente" para atender las solicitudes pendientes y los contactos con los inmigrantes.
"Se trata de un preaviso de huelga más para presionar a AIMA para que encuentre soluciones definitivas", ha señalado, destacando también que esta huelga sólo "afecta a los trabajadores del sector público" y que la organización cuenta con muchos empleados que pertenecen a organizaciones privadas colaboradoras.
"Por ejemplo, los mediadores son trabajadores subcontratados a ONG", Organizaciones No Gubernamentales, añadió.
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