La cifra que incluye a los extranjeros, un 5% inferior a la del año anterior, se debe a que cada vez más personas deciden casarse más tarde y a la creciente ansiedad por la crianza de los hijos debido al mayor coste de la vida.

Los nacimientos disminuyeron en las 47 prefecturas japonesas en comparación con el año anterior, a un ritmo más rápido de lo previsto por el gobierno y sin signos de remitir.