El objetivo de la iniciativa es "movilizar a la opinión pública contra la exclusión de los artistas del Mercado Único Digital (MUD)", anunció la Gestión de los Derechos de los Artistas (GDA), en un comunicado, advirtiendo que los ingresos generados 'online' se reparten en un 60% por los editores, un 30% por las plataformas como Spotify, Deezer, Apple Music y Amazon Music, dejando sólo un 10% para los creadores de contenidos.

La campaña por un "streaming justo" defiende que el uso 'online' de las obras de los artistas -incluido el portugués- sea remunerado de forma justa y equilibrada, de acuerdo con los propósitos de la directiva europea de derechos de autor y los derechos conexos para el MUD.

Aprobada por el Parlamento Europeo y la Comisión Europea en 2019, esta directiva sigue sin ser transpuesta a Portugal, a pesar de que Bruselas ya ha abierto un procedimiento de infracción contra el Estado luso por el retraso.

Remuneración justa

"Con el cambio de hábitos provocado por la pandemia, los artistas se han vuelto cada vez más dependientes del mercado digital: si no se les paga justamente por el negocio que generan, estarán condenados para el futuro y no podrán seguir haciendo música, bailando o actuando", afirma Pedro Wallenstein, presidente de GDA, la entidad que gestiona los derechos de propiedad intelectual de actores, bailarines y músicos en Portugal.

Esta iniciativa pretende sensibilizar a los responsables políticos, a los propios artistas y a la sociedad en general sobre la situación de "injusticia en la economía del streaming", llamando la atención sobre los beneficios que la directiva europea puede aportar a la protección profesional de los artistas".

Un llamamiento

"GDA hace un llamamiento al nuevo Gobierno para que, a la hora de proponer a la Asamblea de la República la transposición de la Directiva MUD, garantice dos cosas sencillas: que los artistas que hoy reciben poco por el uso 'online' de sus obras empiecen a recibir más, de forma justa y proporcionada; y que la mayoría de los artistas, que no reciben nada, empiecen a recibir derechos siempre que las obras en las que participan generen ingresos online", afirma Pedro Wallenstein.