En declaraciones a la Agencia de Noticias Lusa, Vítor Moreira, uno de los fundadores y presidente del CIFA, aclaró que la intención es "estudiar e investigar los fenómenos extraordinarios" que ocurren en el país y su "validación científica".
"No vamos a perseguir luces, ni a identificar fenómenos a gran distancia", refirió Vítor Moreira, destacando que el objetivo es tratar "con seriedad" los fenómenos aeroespaciales extraordinarios y ayudar a la población a entenderlos.
Nada de teorías conspirativas
"Actualmente es necesario aclarar a la población y fomentar una opinión más equilibrada de lo que son estos fenómenos", argumentó, añadiendo que el CIFA "no se basa en teorías conspirativas".
Fundada en julio de 2021 por un equipo de investigadores que estudiaron estos fenómenos en los años 80 y 90, la CIFA está compuesta actualmente por un equipo multidisciplinar que incluye abogados, ingenieros, periodistas y agentes de la ley.
La investigación de los fenómenos aeroespaciales que desencadena el centro se basa en archivos -físicos y digitales-, así como en documentos e informes de otras organizaciones que se han recopilado "entre bastidores y de forma anónima" desde 2018.
Además de la documentación, el trabajo del CIFA también se basa en la información divulgada en los medios de comunicación portugueses, una "fuente importante" en la que el equipo también centrará sus atenciones, confrontándola con el conocimiento de otras entidades como el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA).
"En Portugal hay casi 2.000 registros de eventos extraordinarios. Tenemos historias de casos muy fiables, pero no deja de ser una historia. Sabemos que las narraciones son narraciones y queremos ir más allá", subrayó.
Actuar con rapidez
"Queremos luego crear protocolos de colaboración efectiva con la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional Republicana (GNR) para llegar a los casos aislados que puedan ocurrir en el interior del país", dijo, justificando que el propósito es "actuar rápido y hacer un despeje más efectivo".
Vítor Moreira destacó que el equipo ya desarrolló "un trabajo de evaluación de los eventos que fueron relevantes el año pasado", que dio como resultado el Informe Anual de Ocurrencias, en el que "ningún caso fue dado como extraordinario", existiendo una explicación y validación científica para los 19 eventos avistados.
"En su mayoría, el porcentaje de casos explicados involucra la tecnología de los drones, así como varios tipos de globos", dijo el funcionario.
Vítor Moreira destacó que el CIFA espera el próximo año presentar "un modelo más consistente y preciso" de los reportes recibidos, proyectando para el 2023 seguir trabajando "no con hipótesis, sino con certeza".