Las medidas pretenden ayudar a los hogares con dificultades económicas a hacer frente a la subida de los tipos de interés de los préstamos para vivienda con tipo variable indexado al Euribor, así como medidas de apoyo al alquiler.
"El Gobierno, consciente del actual contexto geopolítico y geoeconómico, que se ha traducido en la mayor tasa de inflación de los últimos años y, en consecuencia, en el encarecimiento del coste de la vida, aprueba un nuevo conjunto de respuestas más inmediatas que pretenden hacer frente a los impactos económicos referidos con efectos directos sobre las rentas de las familias y el acceso a la vivienda", justifica el Gobierno.
En cuanto a éstas, el nuevo régimen establece que los inquilinos con rentas imponibles de hasta 38.632 euros (tramo 6º de IRPF) y una tasa de esfuerzo igual o superior al 35% tienen derecho a una ayuda mensual de hasta 200 euros, abonada hasta el día 20 de cada mes, con efectos retroactivos desde el 1 de enero y que se mantendrá durante cinco años, hasta finales de 2028.
En cuanto al crédito, el Ejecutivo explica que las medidas pretenden "mitigar el riesgo de impago" derivado del impacto de la subida de los índices de referencia en los contratos de crédito, concretamente en virtud de la tasa de esfuerzo.
En este contexto, se crea un apoyo a los prestatarios de contratos de crédito para la adquisición o construcción de vivienda propia permanente, en forma de bonificación temporal de intereses cuando el índice supere un determinado umbral.
Por último, el régimen determina que, cuando el contrato de crédito se destine a la adquisición o construcción de vivienda habitual, el banco deberá permitir al consumidor optar por una modalidad de tipo de interés variable, fijo o mixto.
"A través de estas medidas, con el objetivo concreto de proteger a las familias y aumentar su renta disponible, se profundiza en la realización del plan nacional de garantizar una vivienda digna para todos", argumenta el Ejecutivo.