Ya hay varios países que quieren poner fin al programa de visados dorados, como es el caso de Portugal. En España, el Gobierno también quiere endurecer los criterios para conceder permisos de residencia a los extranjeros que compren casas en el país. E incluso existe la posibilidad de acabar definitivamente con el programa de visados dorados en España.
Según un informe de idealista, han surgido diferentes opiniones sobre el futuro del programa de visados de oro, que hoy permite conceder permisos de residencia a extranjeros que inviertan al menos 500 mil euros en bienes inmuebles. En España, los visados dorados se conceden por un periodo de tres años, renovables por otros dos, según la Ley 14/2013.
En España, el 94 por ciento de los visados de oro concedidos tienen su origen en la inversión residencial, lo que ha suscitado dudas en un momento en el que el sector inmobiliario se enfrenta a una creciente presión dados los elevados precios de las viviendas y el actual contexto económico marcado por la inflación y la subida de los tipos de interés, lo que dificulta el acceso a la vivienda.
El objetivo del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, dirigido por José Luis Escrivá, es elevar de 500.000 euros a 1 millón de euros la inversión mínima necesaria para obtener visados dorados. La alternativa es acabar definitivamente con el programa de visados dorados, a cambio de inversión residencial, escribe El País.
Se trata de una medida que se está negociando junto a Más País, partido liderado por Íñigo Errejón, que denuncia que los visados dorados encarecen "brutalmente" y de forma "artificial" el precio de la vivienda en muchas zonas del país. "Nos parece que esto es moralmente nefasto y sitúa a España como una colonia que atrae dinero negro", dijo el líder de Más País, que ya había presentado una proposición de ley en ese sentido que, sin embargo, fue rechazada por el Congreso de los Diputados.