Si el proyecto de ley del Gobierno es aprobado por la Asamblea de la República, ya no será posible vender tabaco directamente o a través de máquinas expendedoras en lugares como restaurantes, bares, salas y locales de conciertos, casinos, ferias y exposiciones.

También en los festivales de música, donde hay "un marketing muy agresivo para promover la compra y el consumo de tabaco e incluso de otros productos del tabaco, como el tabaco calentado, estará prohibida la venta de estos productos", reveló la secretaria de Estado de Promoción de la Salud, Margarida Tavares.

El objetivo es restringir la venta de tabaco a los estancos o establecimientos similares y en los aeropuertos a partir de enero de 2025.

Según la funcionaria, los cambios en la Ley del Tabaco, que deberán ser aprobados el jueves por el Consejo de Ministros, fueron motivados esencialmente por la necesidad de transponer a la legislación nacional la directiva europea, del 29 de junio de 2022, que equipara el tabaco calentado a los demás productos del tabaco, prohibiendo la venta de tabaco calentado aromatizado.

Sin embargo, subrayó, "el objetivo es realmente la promoción de la salud", lo que implica "desincentivar el consumo de tabaco y también reducir la posibilidad de acceso al tabaco, es decir, la venta de tabaco".

Endurecimiento de las normas

Por ello, se endurecerán las normas relativas a fumar en espacios cerrados de acceso público, donde ya existen "grandes restricciones".

"Básicamente, ya no hay lugares donde se pueda fumar", con la excepción de algunos espacios, como restaurantes, bares, discotecas, que se instalaron en enero de este año, como consecuencia de una legislación que permite a los lugares "tener espacios separados y protegidos para los fumadores" y que podrán mantener hasta 2030.

También hay excepciones "muy concretas" como aeropuertos u otros lugares donde no es posible ir a otro sitio a fumar.

Margarida Tavares destacó como la alteración "más revolucionaria" la restricción de la posibilidad de fumar en espacios al aire libre, dentro de los perímetros donde están instalados edificios de acceso público, como hospitales, centros de salud, colegios o institutos, una medida que deberá entrar en vigor el 23 de octubre.

"En algunos lugares, como los centros penitenciarios, quizá sería un poco injusto que hiciéramos lo mismo", ha dicho, explicando que es posible delimitar un espacio debidamente señalizado en el que se pueda fumar.

"Queremos crear una generación sin tabaco para 2040 y realmente creemos que es posible", afirmó.

Resultados

Desde la entrada en vigor de la Ley del Tabaco en 2007, señaló, "han cambiado muchas cosas", con una reducción "muy importante" de la prevalencia y el inicio en el consumo de tabaco.

En 2005/2006, la prevalencia era del 20,9% de fumadores (más del 30% en hombres y en torno al 12% en mujeres, cifra que bajó al 20% en 2014 (28% en hombres, 13% en mujeres) y al 19% en 2019 (24% en hombres y 11% en mujeres).

"Fuimos implementando restricciones en los lugares donde se puede fumar y en los puntos de venta, así como otras advertencias que se colocaron y eso tuvo un impacto muy significativo, sobre todo en los jóvenes", ha subrayado, recordando un estudio del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Oporto que constató que, en 2003, el 19,9% de los jóvenes de 13 años ya había probado el tabaco, mientras que en 2018 solo lo había hecho el 3,9%.