"El área quemada estimada es de 7.000 hectáreas, pero el potencial de este incendio apunta a más de 20.000 hectáreas. El foco, en este momento, es no dejar que haya nuevas reactivaciones con un periodo superior a 15 minutos", dijo el segundo Comandante Regional de Emergencia y Protección Civil del Alentejo, José Guilherme, en un briefing sobre la situación del incendio.
"Desgraciadamente hemos registrado 11 heridos leves hasta el momento", añadió.
El incendio se declaró el viernes por la tarde, en la localidad de Carrascal, Santo André das Tojeiras, municipio de Castelo Branco y progresó hasta el municipio vecino de Proença-a-Nova.
José Guilherme dijo que permanecerán sobre el terreno más de mil operarios que "están consiguiendo estabilizar el perímetro del terreno". Los cuatro puntos calientes están entre Pedra Altar y Foz do Cobrão, al oeste de Gaviãozinho, al este de Carregais y entre Catraia Cimeira y Aldeia Cimeira", todos en el municipio de Proença-a-Nova.
"Estamos hablando de una zona muy extensa [60 kilómetros de perímetro], con poblaciones dispersas. No hubo necesidad [durante la noche] de evacuaciones. Muchas viviendas vacías y anexas resultaron dañadas, pero afortunadamente no hay ninguna primera o segunda vivienda dañada", subrayó.