"Esto no será el final de todo, sino el principio de una lucha. Ahora empezará la lucha, la impugnación y los procesos judiciales. Con toda seguridad impugnaremos esta Declaración de Impacto Ambiental (DIA) en los tribunales y donde sea", declaró a la agencia Lusa Armando Pinto, líder de la asociación que se creó para luchar contra la explotación minera, en Montalegre, distrito de Vila Real.
Para Armando Pinto, el proyecto "destruirá la región", especialmente la parroquia de Morgade, y tendrá "impactos totalmente devastadores" en la población.
"No nos vamos a rendir, esto no nos va a hacer desistir y creemos que todavía podremos revertir estas decisiones y acabar con este proyecto", destacó.
Tras la aprobación de la DIA para la mina de Barroso, en el municipio vecino de Boticas, Armando Pinto dijo no estar sorprendido por la decisión positiva para la mina de Montalegre, pero advirtió de los "efectos acumulativos" de los dos proyectos mineros.
"No pueden separar los dos proyectos, porque están extremadamente cerca y hay un efecto acumulativo y esto nunca se ha tenido en cuenta. Por ejemplo, el río Beça se verá afectado por los dos proyectos y ambos están en una zona que es Patrimonio Agrícola Mundial [Barroso]", afirmó.
Según la APA, el proyecto incluye "a partir de ahora un paquete de compensaciones socioeconómicas, que incluye la asignación del 75% de los costes de explotación (royalties) al municipio de Montalegre" e incorpora medidas compensatorias dirigidas a las comunidades locales.
En cuanto al lobo ibérico, especie protegida en Portugal, impone medidas de minimización y/o compensatorias para la manada de Leiranco y las manadas adyacentes que puedan verse afectadas indirectamente.
La mina de Romano propone una exploración mixta, a cielo abierto y subterránea, y tiene una vida útil de 13 años, prorrogables.
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