En un comunicado, ENSE dijo que había precintado la estación, cuya ubicación exacta no especificó, y que había sido "completamente retirada, garantizando así la seguridad de los residentes en la zona".
También se tomaron medidas para desmantelar la estación, que carecía de licencia, de seguro obligatorio de responsabilidad civil y de autorización para explotar el depósito de GLP (ESP).
Lusa trató de averiguar la ubicación de la estación clausurada, pero una fuente oficial de la ENSE se negó a revelar esta información, subrayando que las acciones de inspección tienen como objetivo aclarar a la población sobre estos casos, pero sin causar alarma.