Varios médicos que trabajan en servicios de atención primaria han declarado a la agencia de noticias Lusa que han sido informados de que, a partir del 1 de enero, los portugueses con domicilio fiscal fuera de Portugal serán considerados "inactivos".

Esto significa que cada vez que utilicen un servicio del SNS portugués, tendrán que pagar el coste. Además, pierden el derecho a un médico de cabecera.

Nelson Magalhães, vicepresidente de USF-AN (Unidade de Saúde Familiar - Associação Nacional), explicó a Lusa que la decisión fue anunciada a las unidades en una reunión celebrada el 2 de octubre con responsables de la Administración Central del Sistema de Salud (ACSS) y de los Servicios Compartidos del Ministerio de Sanidad (SPMS).

Lo que está en juego es la aplicación de una ordenanza (nº 1668/2023) que "define las normas y mecanismos de gestión relativos al Registro Nacional de Usuarios (RNU), así como las normas de inscripción de los ciudadanos en el SNS y de inscripción en atención primaria".

Los profesionales de la atención primaria intentan ponerse en contacto con los pacientes en estas circunstancias, que reaccionan con cierto enfado.

"No me parece justo. Aunque es cierto que actualmente vivo en el extranjero, sigo prefiriendo utilizar la asistencia sanitaria en Portugal, ya que el idioma y la familiaridad lo hacen más fácil, especialmente para algunos problemas de salud crónicos, para los que siempre he sido tratada en Portugal con el mismo médico de familia que ha estado conmigo desde que era niña", dijo una señora que actualmente vive en los Países Bajos y a la que ya se ha informado de que abandonará el sistema del SNS.

Y añade: "Sigo siendo portuguesa y creo que esta política me excluye y me dificultará el acceso a la sanidad".

Para Nelson Magalhães, hay mucha gente que "no quiere cortar el vínculo con su médico de cabecera".

Nelson Magalhães destacó que estos emigrantes portugueses deben tener la Tarjeta Sanitaria Europea, que les permite recibir asistencia médica durante una estancia temporal en un país de la Unión Europea, Islandia, Liechtenstein, Noruega o Suiza.

La medida debería afectar a cientos de portugueses, ya que de un universo de 1.750 pacientes por médico de familia, unos 100 han emigrado.

El impacto también se dejará sentir en los ingresos de los médicos, que cobran en función del número de usuarios de sus listas y que, "para mantener la misma cantidad, tendrán que incluir a más pacientes y esos nuevos pacientes serán personas que consuman más servicios, lo que dificultará aún más la respuesta médica".