Estos son los principales resultados de la encuesta de opinión realizada por el Centro de Investigación en Derecho Público de Lisboa, de la Faculdade de Direito de la Universidad de Lisboa, en el ámbito del proyecto "Imigração Sustentável num Estado Social de Direito", coordinado por Carlos Blanco de Morais y Ana Rita Gil.

Sólo el 10,7 por ciento de los encuestados considera que la inmigración está controlada y el 55,2 por ciento considera, como una de sus mayores preocupaciones, que la inmigración en Portugal está fuera de control.

Entre varias posibilidades, el 45,4 por ciento de los encuestados elige la opción de que hay demasiados inmigrantes en Portugal y el 48,7 por ciento elige como prioridad que Portugal establezca cuotas con límites numéricos para la inmigración.

El 45,5 por ciento de los encuestados también elige como una de sus principales preocupaciones la necesidad de que Portugal cuente con un cuerpo policial que se ocupe específicamente de los extranjeros y las fronteras, cuestionando así la extinción del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF).

Los portugueses siguen considerando casi unánimemente que se debe castigar a los responsables de la explotación de los inmigrantes (98 por ciento), como mantener a los inmigrantes en alojamientos inadecuados, la retención de documentos por parte del empleador, así como el incumplimiento de la legislación laboral, entre otros.

Preocupaciones

Preocupa al 78 por ciento de los encuestados que la inmigración pueda entrañar riesgos, sólo el 22 por ciento de los encuestados cree que la llegada de inmigrantes extranjeros no supone ningún riesgo. De los primeros El 75,5 por ciento elige el aumento de la delincuencia como principal riesgo y el 68,1 por ciento, destaca en particular, la delincuencia vinculada a las redes de tráfico de personas y a la inmigración ilegal. La preocupación por la seguridad sigue siendo visible en el 60,5 por ciento de los encuestados, que defienden la expulsión de los inmigrantes que cometen delitos en el territorio. La mayoría (52,7 por ciento) también considera que las autoridades deberían prohibir la entrada en el país a las personas con antecedentes penales. Otra de las preocupaciones elegidas como más importantes está relacionada con la vivienda. Una notable mayoría de los encuestados (76,7 por ciento) señala que la inmigración hace variar los precios de la vivienda.

A pesar de la preocupación expresada por la insuficiente regulación pública, las respuestas a las preguntas sobre la percepción general de la inmigración demuestran una actitud positiva hacia la entrada, la estancia y el acceso a los derechos sociales de los inmigrantes en el territorio nacional. De hecho, el 71,7% de los encuestados eligió como una de las frases más utilizadas "los portugueses acogen a los inmigrantes" y el 68,7% considera importante que Portugal reciba inmigrantes de dentro y fuera de Europa.

Señalando los aspectos positivos de la inmigración, el 67,3 por ciento de los encuestados se refiere a la formación de una sociedad multicultural, el 64,2 por ciento a la mayor disponibilidad de mano de obra y el 48,5 por ciento a la contribución al crecimiento demográfico y a la creación de empleo (34,2 por ciento).

La comunidad brasileña se considera la mejor integrada del país. Con un 72,2 por ciento de brasileños elegidos, notablemente en primer lugar, como los inmigrantes mejor integrados en la sociedad portuguesa.

Le siguen los inmigrantes procedentes de estados europeos (41,2 por ciento), los ciudadanos africanos del PALOP (32,4 por ciento) y los chinos (23,1 por ciento).

Las comunidades que los encuestados consideran menos integradas son la india y la paquistaní, así como las procedentes del norte de África y Oriente Próximo.

El proyecto "Imigração Sustentável num Estado Social de Direito" tiene como objetivo evaluar críticamente la Ley y la Política de Inmigración portuguesas, pretendiendo abrir un debate amplio y riguroso sobre qué características debe tener una política de inmigración coherente, eficaz y sostenible en un Estado de Derecho democrático, social y pluralista, y cómo debe traducirse esto en la Ley de Inmigración.

La actual ley ha sufrido sucesivas modificaciones, principalmente mediante la creación de nuevas vías de entrada en el país y la ampliación de las posibilidades de regularización de los extranjeros en situación irregular. Por otra parte, se va a suprimir el Servicio de Extranjería y Fronteras. Asistimos a un aumento de fenómenos como la ayuda a la inmigración ilegal y el tráfico de seres humanos, el empleo de ciudadanos en situación ilegal, el objetivo es garantizar a todos el derecho a una existencia digna.

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Kate Sreenarong