De enero a mayo, la producción hidroeléctrica suministró el 43% del consumo, la eólica el 30%, la fotovoltaica el 8% y la biomasa el 6%, detalló en un comunicado el gestor de los sistemas nacionales de electricidad y gas natural.
La producción de gas natural suministró el 9% del consumo, y el 4% restante correspondió al saldo de importaciones.
Considerando sólo el mes de mayo, la producción renovable fue responsable del suministro de cerca del 70% del consumo de electricidad y la no renovable del 3%, mientras que el 27% restante correspondió a energía importada.
En el mes analizado, la producción de energía eléctrica a partir de energía solar suministró el 12% del consumo nacional, la cuota más alta de la historia para esta tecnología.
En el período de enero a mayo, el índice de producibilidad hidroeléctrica registró 1,36 (media histórica de 1), el índice de producibilidad eólica 1,08, y el índice de producibilidad solar 0,94.
En mayo, el consumo de electricidad mantuvo la tendencia al alza registrada en los últimos meses, con una variación interanual del 2,1%, o del 3,2% corrigiendo los efectos de la temperatura y el número de días laborables. En cuanto al consumo anual acumulado, registró un aumento interanual del 2,2%, o del 2,7% corrigiendo los efectos de la temperatura y los días laborables.
En el mercado del gas natural, el segmento de producción de electricidad se vio "penalizado por la elevada disponibilidad de energías renovables y las importantes importaciones de electricidad", habiendo registrado una reducción mensual interanual del 96%. En el segmento convencional, con un consumo estabilizado, se registró un ligero crecimiento interanual del 0,4%.
En el conjunto de los dos segmentos, la variación interanual fue negativa en un 27%, siendo el abastecimiento del sistema nacional "realizado íntegramente desde la terminal de GNL [gas natural licuado] de Sines".
Entre enero y mayo, el consumo acumulado de gas fue "el más bajo desde 2004", registrando una variación interanual negativa del 14%.
En el periodo, el segmento de producción de electricidad cayó un 58%, habiendo sido parcialmente compensado por el segmento convencional, que creció un 4,6%.