"Se prometió que, a finales de agosto, volveríamos a evaluar la situación en el Algarve. Se está haciendo y, afortunadamente, va bien. Veremos lo que concluye la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente, pero ha habido ahorros muy significativos" en los sectores de la agricultura, el turismo y el consumo humano, dijo.
Aún así, según la ministra, que habló con la agencia de noticias Lusa al margen de la inauguración de la tradicional Feria de Agosto, en Grândola, en el distrito de Setúbal, "es posible hacer más" junto con los municipios del Algarve.
"Estamos trabajando con los municipios para reducir el número de perforaciones, financiando a los municipios para obras de reducción de fugas, porque hay municipios que tienen entre un 30 y un 40% de fugas de agua, aumentando la capacidad de algunas instalaciones, algunas presas existentes, como fue el caso de Odeleite, y utilizando más agua reciclada para los campos de golf", destacó.
Además de estas medidas, el Gobierno "invertirá en nuevas fuentes de agua, como la desalinizadora del Algarve", explicó Maria Graça Carvalho.
Según la ministra responsable de Medio Ambiente, el Algarve y la "costa occidental del Alentejo, que incluye el litoral alentejano, son "dos regiones que preocupan" al actual Gobierno, presidido por Luís Montenegro.
"La costa occidental del Alentejo, afortunadamente, está experimentando un gran desarrollo, está atrayendo muchas inversiones industriales en Sines, agrícolas en la región de Mira [Odemira] e inversiones turísticas, pero para todo ello se necesita agua", argumentó.
En su opinión, se necesitan "nuevas fuentes de agua" y la construcción de "una desalinizadora" en la región del litoral alentejano es una de las soluciones que aún se están estudiando.
"Una de las cosas que está clara es que las inversiones industriales en Sines, concretamente los proyectos de hidrógeno, tendrán que tener su propia solución para el agua, porque el hidrógeno se hace a partir de energías renovables, pero también del agua", consideró.
Cerca del 40% del territorio continental portugués se encontraba en sequía meteorológica moderada y grave a finales de julio, según informó el Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA) en su boletín climatológico del mes pasado.