El portugués, de 45 años, llevaba detenido desde agosto de 2024, cuando fue interceptado por agentes de seguridad pública en su residencia del estado norteamericano de Rhode Island, "en base a varias órdenes de detención pendientes", según la fiscal general en funciones Sara Miron Bloom.
Según la fiscal, en el momento de la detención, las autoridades tuvieron conocimiento de que "había órdenes de detención activas pendientes" contra el portugués, concretamente por tráfico de cocaína, conducción temeraria y huida de la policía, así como por incomparecencia ante el tribunal del condado de Kent, en Rhode Island. Una revisión de la base de datos de inmigración llevada a cabo por agentes del Departamento de Seguridad Nacional y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas(ICE) descubrió que el portugués ya había sido deportado de Estados Unidos a Portugal el 3 de diciembre, según un comunicado del tribunal de Rhode Island. Ahora, el juez Lincoln D. Almond condenó al portugués a una pena de seis meses, periodo que ya ha cumplido desde su detención el año pasado, y el proceso para su segunda deportación ya está en marcha.
Estados Unidos repatrió a 69 portugueses en 2024, nueve más que el año anterior, según el informe anual del ICE.
Según el informe, 101 ciudadanos fueron repatriados a Portugal en 2019, 47 en 2020, 28 en 2021, 33 en 2022 y 60 en 2023. Estados Unidos tiene actualmente en marcha un plan para llevar a cabo "la mayor deportación masiva de la historia", prometida por el actual presidente, Donald Trump, durante su campaña electoral.