El alcalde de Lagoa, Luís Encarnação, dijo a la Agencia de Noticias Lusa que la TCAS no aceptaba los supuestos que habían llevado a la TAF de Loulé a aceptar (el pasado mes de mayo) una solicitud de dos asociaciones ecologistas que pedían la suspensión del permiso, otorgado por el municipio, para que la empresa Edifícios Atlântico promoviera una urbanización con once parcelas.
La decisión del TAF, tomada en mayo de 2021, suspendía el permiso hasta que la entidad con competencias en la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) -la Comisión de Coordinación y Desarrollo Regional del Algarve (CCDR)- analizara un estudio realizado por Almargem en el que se defendía el valor ambiental y ecológico de Alagoas Brancas.
El tribunal de apelación ha adoptado ahora una posición diferente, apoyando el recurso de la Cámara de Lagoa y considerando que "los simples temores de posibles e hipotéticos daños ambientales derivados de la ejecución del proyecto".
El ayuntamiento consideró necesario "aclarar todos los puntos", dijo Luís Encarnação, subrayando que el ayuntamiento sigue "totalmente disponible para cumplir la ley".
Las asociaciones reaccionaron a la decisión del Tribunal Administrativo Central del Sur en un comunicado en el que se mostraron críticas con los argumentos del TCAS, anunciando que "pensarán en todas las opciones" para preservar la zona.
"Este colectivo, que lleva desde 2017 luchando por la defensa de Alagoas Brancas, no está contento con esta decisión, que consideramos injusta. Pero podríamos convencernos. De hecho, las decisiones de los tribunales también sirven para convencer a sus destinatarios y a la comunidad de que la decisión que toman es la más correcta. Sin embargo, después de analizar la decisión, no nos ha convencido", afirmaron.