Los usuarios de los balnearios de más de 10 años deben llevar mascarilla en todos los espacios, y sólo se la pueden quitar cuando estén en la consulta o durante los tratamientos, según la Dirección General de Sanidad (DGS).
La DGS ha actualizado la norma "Covid-19: Establecimientos balnearios", teniendo en cuenta la actual fase epidémica del Covid-19.
La DGS recomienda el uso de "equipos de protección individual (EPI), como mascarillas quirúrgicas o PFC2, para cualquier persona mayor de 10 años".
"La mascarilla debe utilizarse en todo el establecimiento, incluso en la sala de espera o en la recepción, y sólo puede quitarse cuando el usuario se encuentre en la consulta y durante los tratamientos, en su caso", dice la DGS.
La norma también señala que los establecimientos balnearios deben favorecer "la pre-reserva de consultas y tratamientos termales de forma no presencial, organizando horarios y circuitos ajustados para evitar la aglomeración de clientes en zonas comunes como la recepción, la sala de espera, las salas de descanso o los vestuarios", así como garantizar "una adecuada ventilación de todos los espacios, favoreciendo la ventilación natural".
Actualización de los dentistas
La Dirección General de Sanidad también ha actualizado la norma "Covid-19: Procedimientos en Clínicas, Consultorios o Servicios de Salud Bucodental de Atención Primaria, Sector Social y Privado".
También en este caso, la DGS señala que "la mascarilla debe utilizarse dentro del espacio de recepción, sala de espera y en las zonas de circulación, retirándose únicamente cuando el usuario se encuentre en la consulta y se le den instrucciones para ello".
"Antes de realizar la consulta, se debe llevar a cabo un cribado previo, de forma que se evalúe la presencia de síntomas sugestivos de covid-19", añadiendo que se debe preguntar al usuario si existe algún síntoma sugestivo de un cuadro respiratorio agudo, con tos, fiebre o dificultad para respirar.
La DGS también recomienda que "siempre que sea posible" se reserve la cita con antelación, a distancia, para minimizar el número y la permanencia de los pacientes en la sala de espera, así como la promoción de la renovación frecuente del aire en la sala de espera, a través de la apertura de ventanas y puertas (excepto las de las consultas, que deben mantenerse cerradas) o mediante el uso de extractores de aire acondicionado, limpiados y mantenidos de acuerdo con las instrucciones del fabricante.