Vivimos en una época en la que la ciencia y la tecnología ya nos ayudan en nuestra vida cotidiana, y probablemente continuarán de formas cada vez más complejas. La tecnología que ya experimentamos y con la que estamos familiarizados nos ha allanado el camino, y mis reflexiones podrían dar que pensar para el futuro.

Me pregunté sobre nuestros hogares en el futuro: ¿serán tan futuristas como creo que podrían ser? Quizá nuestras casas no se parezcan en nada a las de ahora. La energía geotérmica de las profundidades de la corteza terrestre probablemente calentará nuestras casas y el agua, ¿o habrá minicentrales nucleares en el sótano? Tal vez la atmósfera se haya calentado tanto que tendremos que buscar formas de refrescarnos, ¿y el aislamiento será la clave? ¿Nuestras casas estarán parcialmente incrustadas en el suelo, o incluso totalmente enterradas?

¿Ya no se podrá lavar la ropa?

Quizá lavar la ropa sea algo del pasado (¡estoy a favor de ello!). Tal vez nuestra ropa no se ensucie o la dejemos al sol durante 10 minutos y se autolimpie. Tal vez no se desgasten, y todo esté hecho de plantas y sea desechable: basta con tirarlo a la basura, o cavar en el jardín... ¿O estaremos en una especie de traje espacial de temperatura controlada, con el mismo aspecto para todos?

Tal vez ya no haya ropa de cama: dormir en una cápsula podría ser la norma, flotando en el aire, con la temperatura controlada por ordenador según las preferencias personales. No habrá cortinas ni ventanas, sino un cristal que se oscurecerá o aclarará por sí mismo, dando la ilusión del amanecer y el atardecer, con la opción de cambiar nuestra perspectiva diaria a través de esta pantalla: tal vez una vista de una ciudad, una selva tropical o una vista subacuática, o incluso tu agenda del día.

Puede que no exista la cocina, sino que todo se presente en forma de píldora, o tal vez liofilizado, y que sólo haya que añadir agua en un cuenco; tal vez los cuencos también sean comestibles, con lo que se eliminaría la necesidad de lavar. ¿Qué tal el reciclaje por medio de toboganes que bajen desde la cocina directamente a trituradoras o incineradores bajo tierra, canalizados de la misma manera que las aguas residuales?

La televisión podría ser una cosa del pasado, en su lugar todos llevaremos gafas o cascos especiales, sentados todos juntos quizás, pero viendo en silencio algo de nuestra elección personal (esto no está tan lejos de la verdad ya).

Salas flexibles

Tal vez el tamaño de las habitaciones sea flexible, las paredes se pueden desplazar hacia afuera o hacia adentro. Se podría hacer más pequeña la cocina o más grande la sala de estar por medio de un teclado.

¿Y los robots se encargarán de algunos trabajos, como arreglar carreteras, construir, cavar y desherbar? ¿Los niños ya no irán a la escuela, sino que se les insertará un "chip de aprendizaje" que se actualizará cada pocos años?

Si nos desviamos un poco, tal vez se encuentre una cura para todas las enfermedades, y quizás se descubra algo que prolongue la vida más allá de lo normal, pero entonces, ¿dónde vivirán todas esas personas adicionales? ¿Viviremos todos en enormes bloques de apartamentos, en microapartamentos, con muebles desplegables, y cada edificio será tan enorme que será una microciudad en sí misma?

¿Estamos causando ya tantos estragos en nuestro planeta que este mundo nuestro quizás sólo aguantará la naturaleza destructiva de la humanidad durante un tiempo? ¿Quién sabe? En el futuro, si no lo destruimos, tal vez un día lo superemos. Se supone que ya hay planes para colonizar otros planetas y Marte podría ser el primer puerto de escala. Las futuras generaciones podrían acabar siendo marcianos. Con los avances tecnológicos, esta visión del futuro se está convirtiendo rápidamente en un hecho científico, más que en ciencia ficción.

Abraham Lincoln dijo una vez: "La mejor manera de predecir tu futuro es crearlo", así que quizás deberíamos hacer precisamente eso. La mayor amenaza para nuestro planeta es pensar que alguien lo salvará. Dado que la Tierra es lo único que tenemos en común, ¿quién debería cuidarla más ahora?


Author

Marilyn writes regularly for The Portugal News, and has lived in the Algarve for some years. A dog-lover, she has lived in Ireland, UK, Bermuda and the Isle of Man. 

Marilyn Sheridan