Se trataba de la denuncia contra la justicia portuguesa por haber absuelto a Gonçalo Amaral de indemnizar a los padres de la niña británica -desaparecida en Lagos, en mayo de 2007- tras las acusaciones vertidas por el ex inspector de la Policía Judicial en un libro y en un programa de televisión.
La pareja demandó inicialmente a Amaral por difamación y en 2015 la justicia portuguesa falló a su favor, sin embargo esto fue anulado dos años después por los tribunales portugueses.
Kate y Gerry McCann habían presentado una denuncia contra Portugal por este motivo, pero el TEDH entendió que no había violación del derecho a la intimidad.
Para Kate y Gerry McCann, las palabras del jefe de la investigación sobre la desaparición de su hijo, que entonces tenía tres años, representaron una violación de su derecho al respeto de la vida privada y del derecho a la presunción de inocencia.
Los McCann disponen ahora de tres meses para recurrir esta decisión.