En el boletín económico de octubre, el BdP expone el impacto desigual que el aumento de la inflación puede tener en los hogares, desagregando la composición del gasto familiar por quintiles de renta y grupos de edad.
Del análisis del regulador bancario se desprende que el impacto diferenciado está vinculado a la evolución de los precios de los distintos bienes y servicios y su peso en el consumo de cada familia.
"El hecho de que la elevada inflación estimada para las familias de menor renta resulte predominantemente de la evolución de los precios de los bienes esenciales, con una demanda inelástica, tiene implicaciones más graves que la misma inflación para las familias de mayor renta, que refleja una mayor contribución de los bienes y servicios cuyo consumo puede ser más fácilmente sustituido o pospuesto", explica el BdP.
La institución dirigida por Mário Centeno también señala que ante un shock negativo del poder adquisitivo, "las familias de menor renta tienen una capacidad más limitada para suavizar el consumo, dado que tienen una menor tasa de ahorro y disponen de menos riqueza".