El Jefe del Estado se pronunció en el Palacio de Belém, en Lisboa, en un discurso en el que hizo comparaciones entre deporte, economía y política, durante una recepción a la selección portuguesa de balonmano en silla de ruedas, campeona de Europa y del mundo.
"Es una ilusión pensar que se puede ser importante sin pagar un precio, que se puede tener poder sin tener responsabilidad, eso no existe", declaró Marcelo Rebelo de Sousa.
"Desacuerdo fundamental"
La idea de que el poder implica responsabilidad fue central en el discurso pronunciado por el Presidente de la República el 4 de mayo, expresando su oposición al mantenimiento de João Galamba como Ministro de Infraestructuras.
Los medios de comunicación intentaron preguntarle sobre la comparecencia del Ministro de Infraestructuras, João Galamba, en la Comisión Parlamentaria de Investigación sobre la Tutela Política de la Gestión de TAP, pero Marcelo Rebelo de Sousa abandonó la sala sin hacer declaraciones a los periodistas.
En la comunicación que hizo al país el 4 de mayo, el Presidente de la República resumió los incidentes entre el gabinete de João Galamba y su ex adjunto Frederico Pinheiro como "un momento en el que la responsabilidad de los gobernantes no fue asumida como debería haber sido con la destitución del Ministro de Infraestructuras".
El jefe de Estado asumió que tenía una "discrepancia de fondo" con el primer ministro, António Costa, sobre el mantenimiento de João Galamba como ministro -en relación al cual ya había manifestado públicamente su oposición el día anterior, a través de una nota escrita.
Marcelo Rebelo de Sousa argumentó que "donde no hay responsabilidad, en la política como en la administración, no hay autoridad, respeto, confianza, credibilidad" y que "un gobernante sabe que, al aceptar serlo, acepta ser responsable de lo que hace y de lo que no hace, y también de lo que hacen o dejan de hacer aquellos a los que elige y sobre los que se supone que gobierna".