La ministra de Vivienda, Marina Gonçalves, considera que, con la propuesta del Gobierno en discusión en el Parlamento, se trata de una fase "de escucha de todas las propuestas".
Señala, sin embargo, que más del 90% de las inversiones de los visados dorados son inmobiliarias, lo que acaba teniendo un efecto indirecto en el mercado de la vivienda, "porque evidentemente aumenta el coste de la vivienda", según se recoge en el informe que midió el impacto de estos permisos de residencia.
"Con esto no queremos desincentivar la inversión en el país, al contrario, ya tenemos una política general de visados, un régimen general de concesión de visados que también se basa en la inversión", explica el ministro, recordando que se trata de un debate que se está produciendo en toda Europa.
Respecto a medidas como la adoptada por Canadá (que impedía la venta de casas a no residentes) y el impacto que la atracción de nómadas digitales está teniendo también en el precio de la vivienda, Marina Gonçalves admite que tendrá algún impacto indirecto, pero "no tiene dimensión".
"[El impacto de los nómadas digitales] no tiene una dimensión per se, visto individualmente, una dimensión indirecta en el precio de la vivienda", dice, considerando que, con esto, no significa que "este debate no deba ser mantenido en el futuro".