Marcelo Rebelo de Sousa hablaba en la antigua hípica real, junto al Palacio de Belém, en Lisboa, durante una sesión con representantes de empresas suscritas al "Pacto más y mejor empleo para los jóvenes", promovido por la Fundación José Neves y el Gobierno, iniciativa que cuenta con todo su apoyo.
"Uno de los componentes del modelo arcaico que teníamos está cambiando, que es la idea de que la gestión de la economía debe basarse en salarios bajos", afirmó el Jefe de Estado, que incentivó a las empresas a tener un mayor "número de jóvenes empleados" y a mejorar "la remuneración de esos jóvenes".
Considerando esta idea, sin nombrar a nadie, el Presidente criticó "la simplicidad" de quienes señalan el aumento de los salarios como factor agravante de la inflación.
Hablando en general sobre las "responsabilidades mundiales", Marcelo Rebelo de Sousa dijo que no debemos ser "simplistas en el análisis de la realidad" cuando nos enfrentamos a "fenómenos globales".
En respuesta a quienes, "independientemente de la estructura de la inflación", defienden que "los salarios no pueden subir, ya está", replicó que "no hay reglas generales absolutas como ésa en ninguna parte del mundo. Eso ya pasó".
"En algunos casos sí, en otros no. Depende del tipo de inflación, de la estructura de esa inflación, de la evolución de la inflación, de a qué sectores afecta, a qué sociedades afecta, todo depende de qué situación estemos hablando", argumentó.
Innovación
El jefe de Estado sugirió una "innovación en los argumentos de quienes están acostumbrados a hacer argumentos clásicos, que ya tuvieron su tiempo, tienen aspectos positivos pero no se pueden generalizar solos, ya que todo el modelo está cambiando".
"Muchas cosas han cambiado y están cambiando. La globalización de nuestra economía no se detendrá aquí, continuará, y en los próximos años se acelerará. Aquí es donde entráis vosotros, los jóvenes, donde entran las empresas, donde entra el Estado", añadió.
Según el Presidente, "no hay nadie hoy" que discuta el hecho de que "la globalización es fundamental" para la economía portuguesa, y también hay un "pacto implícito, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda", a favor del equilibrio presupuestario.
Marcelo Rebelo de Sousa reiteró el mensaje de que Portugal asiste a "una oportunidad única" en términos de desarrollo económico, ya que se beneficia de la progresión de las cualificaciones y de la geopolítica actual. "Como tal, tenemos condiciones excepcionales, pero no durarán para siempre".