Glamour, elegancia, relajación, fiesta, alegría, compañerismo, exuberancia y armonía: todo esto y mucho más se reúne en un acontecimiento que recibe a miles de personas en el corazón de Loulé.
Habrá buena música y mucha, sobre todo los sonidos propicios para un ambiente "chill out", citados en el comunicado de prensa del ayuntamiento sobre el evento. También habrá arte callejero, actividades deportivas, espectáculos, bailes y una interacción constante con el público por parte de los animadores. El factor sorpresa es, al fin y al cabo, uno de los ingredientes de la feria, ya que el programa propiamente dicho sólo se desvela ese mismo día.
El Ayuntamiento de Loulé quiere ofrecer a los visitantes una vida urbana sencilla y, para ello, las calles se transforman en inmensos salones, con pufs y mesas instalados en zonas por las que normalmente deambulan los coches para que los visitantes dispongan también de un espacio de descanso. La gran mayoría del público, sin embargo, seguramente preferirá explorar las estaciones de entretenimiento y los escenarios instalados en este perímetro urbano de 125.000 metros cuadrados que se extiende desde el Largo de S. Francisco hasta la segunda placa de la Avenida José da Costa Mealha, y desde la muralla del Castillo hasta el Monumento Engº Duarte Pacheco.
El comercio también tiene un papel fundamental en el espíritu de este evento y las tiendas tendrán las puertas abiertas durante toda la noche con decoraciones y precios atractivos.
Además de los restaurantes locales, los bares poblarán las calles, con diferentes menús, cócteles hechos para la ocasión y otras bebidas para disfrutar con los amigos.
Por último, la decoración será, por supuesto, totalmente blanca. Las coloridas telas junto al Mercado Municipal, marca del Festival MED, dejarán paso en su lugar a telas blancas. El color también será el código de vestimenta, contrastando con el bronceado de muchos veraneantes que eligieron el Algarve como escapada estival.
Inspirado en las Noches Blancas que se celebran en algunas capitales europeas, especialmente en París, este evento tiene lugar en Loulé desde hace 16 años. Fue un evento pionero en Portugal y su notoriedad lo llevó a ser un modelo replicable a nivel nacional.
La última Noche Blanca del Algarve tuvo lugar en 2019 y su regreso ha sido muy esperado.