Producto Interior Bruto (PIB) en junio, el valor más bajo desde marzo de 2011, cuando Portugal estaba bajo la presión de los mercados y un mes antes del anuncio de la solicitud de ayuda financiera internacional.
En términos absolutos, la deuda pública se estabilizó en 280.100 millones de euros en junio, lo que corresponde a un aumento de apenas 100 millones en comparación con el mes anterior, según los datos divulgados por el Banco de Portugal. En comparación con diciembre del año pasado, se produjo un salto significativo de 7.500 millones, reflejo de la prisa de las familias por obtener Certificados de Ahorro. Una trayectoria ascendente que se corregirá en octubre, cuando Portugal tenga que devolver un cheque de 9.400 millones a los inversores, relacionado con una línea de bonos del Tesoro que vence en ese mes.
Aún así, la fortaleza de la economía en el primer semestre contribuyó a reducir el peso de la deuda pública en relación al PIB a un mínimo de más de 12 años, aunque la deuda pública absoluta se mantuvo cerca del máximo histórico de 280,4 mil millones, observado en mayo del año pasado.
Por otro lado, en relación al pico del 138,2% del PIB alcanzado en marzo de 2021, en plena pandemia, ya se redujo en 27 puntos porcentuales y las perspectivas del Gobierno apuntan a que continuará bajando en los próximos años.
En una entrevista concedida al Jornal de Negócios y a Antena 1, el Secretario de Estado de Finanzas, João Nuno Mendes, reveló que debería bajar el umbral del 100% el próximo año, sacando a Portugal del grupo de las economías más endeudadas de la Eurozona. Además, en el primer trimestre del año, Portugal registró la tercera mayor caída de la deuda pública y se situó cerca de España y Francia.