La doctora Rita Sá Machado, de 36 años, tomó posesión ayer como directora general de Salud, sustituyendo a Graça Freitas en el cargo, que asumirá por un periodo de cinco años.
Para el presidente de la Asociación Nacional de Médicos de Salud Pública, Gustavo Tato Borges, la elección de Rita Sá Machado "es una elección audaz por parte del Ministerio de Salud en una joven médico especializada en salud pública, con muy buena formación y muy buenas cualidades profesionales."
"Puede ser un soplo de aire fresco para una renovación de la Dirección General de Salud que tanta falta hacía", declaró Gustavo Tato Borges a la agencia Lusa.
El médico de la sanidad pública sólo lamentó la forma en que se desarrolló el proceso, ya que Rita Sá Machado fue elegida por el ministro de Sanidad, después de que la Comisión de Reclutamiento y Selección para la Administración Pública(CReSAP) no fuera capaz de presentar una terna de nombres de "candidatos meritorios" para proponer al Gobierno.
"La doctora Rita Machado no merecía tener esta nube sobre su elección, ni el doctor Peralta Santos ni el doctor Rui Portugal merecían haber sido tratados como lo fueron" porque todos reúnen las condiciones para ser considerados con mérito para la elección como director general de Salud, subrayó.
En su opinión, el proceso de evaluación curricular por parte del CReSAP plantea "muchas dudas", argumentando que el comité de contratación debería informar a los expertos sobre los criterios que le llevaron a no identificar a tres candidatos con mérito.
Para Tato Borges, esta situación "dificulta la credibilidad de todo el proceso", argumentando que la DGS y el Ministerio de Salud también deberían aclararse para "dejar todo muy claro".
A pesar de todo este proceso, afirmó que "la elección de Rita Sá Machado es vista positivamente" como "una esperanza al final del túnel" para la modernización de la DGS, reclamada "desde hace mucho tiempo".
En cuanto a los mayores retos de la DGS, el responsable destacó la necesidad de encontrar "un nuevo modelo de funcionamiento, un nuevo marco jurídico" que permita a la institución ser "más ágil, responder más rápido y estar a la altura de los desafíos".
Destacó como segundo gran reto la captación de recursos humanos para trabajar con la plantilla de la DGS.
"Su plantilla está mermada, los pocos profesionales que trabajan con la DGS, o la gran mayoría de ellos, lo hacen de forma parcial y necesitábamos que la DGS contase con un personal técnico fuerte y a tiempo completo, pero para ello es necesario hacer más atractiva la DGS", argumentó, considerando que Rita Sá Machado podría desempeñar este papel.
Por otro lado, es necesario equipar técnicamente a la DGS: "Es necesario prepararla para la próxima pandemia", dotándola de recursos y aplicaciones informáticas, pero también de planes de contingencia y formas de actuación para que pueda "responder a los retos de la próxima pandemia cuando llegue, porque no hay duda de que llegará".
La nueva directora general de Salud trabajó en Ginebra, como asesora de la Organización Mundial de la Salud(OMS) en el área de Salud y Migración. Anteriormente, fue asesora de Migración y Asuntos Humanitarios en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Misión Permanente en Portugal, y jefa de la división de Epidemiología y Estadística de la DGS.