Según una nota de la Presidencia de la República, Marcelo Rebelo de Sousa actuó "en virtud del artículo 145, apartado a) y apartado e), segunda parte" de la Constitución - según el cual corresponde al Consejo de Estado "pronunciarse sobre la disolución de la Asamblea de la República", pero también, "en general, asesorar al Presidente de la República en el ejercicio de sus funciones".

El jefe del Estado convocó a los partidos y al Consejo de Estado "a raíz de la dimisión del primer ministro, que éste aceptó", reza la nota publicada en la página oficial de la Presidencia de la República en Internet poco después de que el primer ministro anunciara, en una comunicación al país, que presentaba su dimisión al jefe del Estado, añadiendo que "esta dimisión fue aceptada".

En la actual legislatura, con mayoría absoluta del PS, Marcelo Rebelo de Sousa afirmó que una eventual salida de António Costa llevaría a la disolución del Parlamento -para lo que deberá escuchar a los partidos representados en él y al Consejo de Estado-, descartando la formación de otro Ejecutivo con la misma mayoría.

El Primer Ministro dimitió después de que el Ministerio Público anunciara que era objeto de una investigación independiente en el Tribunal Supremo de Justicia sobre los proyectos de litio e hidrógeno.

Declarándose con la "cabeza bien alta" y la "conciencia tranquila", António Costa justificó su destitución argumentando que "la dignidad de la función de Primer Ministro no es compatible con ninguna sospecha sobre su integridad, su buena conducta y, menos aún, con la sospecha de la comisión de cualquier acto delictivo".

Por la mañana se llevaron a cabo registros en dependencias del Gobierno, incluida la residencia oficial de São Bento, dirigidos contra el jefe de gabinete del Primer Ministro, Vítor Escária, que fue detenido para ser interrogado.

António Costa presentó su dimisión tras casi ocho años en el cargo de Primer Ministro, cargo para el que juró el 26 de noviembre de 2015 ante el entonces Presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva.

El 30 de marzo de 2022, al jurar el XXIII Gobierno Constitucional, Marcelo Rebelo de Sousa advirtió a António Costa de que "no será políticamente fácil" sustituirle al frente del Gobierno a mitad de la legislatura, dando a entender que, en ese caso, convocaría elecciones legislativas anticipadas.

El 24 de enero de este año, cuando se cumplían siete años de su elección como presidente de la República, fue más tajante y afirmó que "si cambia el primer ministro, habrá disolución del Parlamento", en referencia a la "hipótesis teórica de que aparezca otro primer ministro del área del PS".

"Porque esta mayoría se formó con un primer ministro que se presentó no sólo como líder del partido, sino como líder del Gobierno. Era muy importante, lo dije en mi discurso de investidura y, por lo tanto, estaba descartado, es decir, con otro primer ministro habría una disolución del Parlamento", argumentó entonces.

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