Durante los nueve primeros meses de este año, la inversión directa de Brasil en Portugal volvió a crecer hasta alcanzar los 5.300 millones de euros, lo que supone un aumento del 10% en comparación con el mismo periodo de 2022, según los últimos datos oficiales del Banco de Portugal facilitados por AICEP - Agencia para la Inversión y el Comercio Exterior de Portugal.
Según datos de la Agencia Brasileña de Comercio Exterior (Apex-Brasil), desde 2018, el 21,6% del sector empresarial brasileño ha iniciado procesos de internacionalización.
Las cifras de la Fundação Dom Cabral también muestran que, en 2022, el 45,1% de las empresas brasileñas internacionales aumentaron sus inversiones en el extranjero.
La Fundação Dom Cabral existe desde hace 40 años y es una escuela de negocios que ofrece soluciones educativas nacionales e internacionales, apoyadas en alianzas estratégicas y acuerdos de cooperación con instituciones de Europa, Estados Unidos, China, India, Rusia y América Latina.
Para Francisco Saião Costa, el creciente deseo de internacionalización de los inversores brasileños en los últimos años se debe a la "situación económica y política interna" de Brasil y al deseo de los inversores de proteger su patrimonio y diversificar su cartera, a través de la presencia en otros mercados, "para evitar la exposición a diferentes ciclos económicos", señaló.
En este contexto, los inversores brasileños empiezan a mirar a otros mercados y Portugal emerge con ventaja "como opción natural", pero también como "prioridad", considera el delegado de AICEP en Brasil.
Inicialmente, por razones de afinidad histórica, cultural, social y lingüística.
Después, mirando más de cerca, también "debido a las ventajas competitivas ofrecidas" por Portugal y "altamente apreciadas por las empresas e inversores brasileños - a saber, seguridad y estabilidad jurídica, recursos humanos altamente cualificados, excelentes infraestructuras y costes operativos atractivos, combinados con un marco de incentivos favorables" para la inversión extranjera, considera el delegado de AICEP en una respuesta escrita a las preguntas formuladas por Lusa.
Francisco Costa también admite que hay mucha inversión brasileña en el sector inmobiliario en Portugal, pero destaca que también hay empresas creadas con capital brasileño y generadoras de empleo.
"En un sentido claramente positivo, empezamos a identificar señales de una posible transformación en la matriz de inversiones, en un movimiento que se viene fortaleciendo desde 2020. Hay un número creciente de empresas brasileñas, especialmente de servicios tecnológicos, abriendo 'tech hubs', centros de innovación o desarrollo en Portugal, con un nivel relevante de inversión asociada y con tendencia a escalar", afirma.
Por otro lado, también siguen destacando las inversiones industriales de grandes empresas brasileñas "ya con gran presencia" en Portugal, añadió.
Concluyendo que hay un predominio de pequeñas y medianas empresas brasileñas que invierten en Portugal, con especial énfasis en las start-ups, Francisco Costa dijo, sin embargo, que los grandes grupos empresariales brasileños también inician su expansión "con una presencia de tamaño medio" en el mercado portugués.
Para él, los sectores preferidos por el inversor brasileño para desarrollarse en Portugal son el tecnológico, el financiero y el de maquinaria y equipos porque "son los sectores donde la oferta brasileña es más fuerte, estructurada, desarrollada y capaz de destacar frente a sus competidores con probada experiencia en otros mercados altamente competitivos".
"Es verificable el claro interés de estos inversores en utilizar Portugal como 'mercado test' para validar su proceso de internacionalización para el continente europeo", concluyó.