"Los valores que tenemos sobre la mesa nos llevan a hablar con ERSE [Autoridad Reguladora de los Servicios Energéticos] y la Autoridad de la Competencia, siguiendo las propuestas hechas aquí en el Parlamento", dijo Maria da Graça Carvalho en la Comisión de Medio Ambiente y Energía.
La ministra respondía así a las preguntas del diputado del Bloque de Izquierda Fabian Figueiredo sobre el aumento del precio de las bombonas de gas en Portugal en los últimos años hasta casi duplicar los precios cobrados en España.
"Para evitar que esto ocurra, y puesto que nuestra política es dejar que el mercado funcione, nos reuniremos con ERSE y AdC para ver qué está pasando y [evaluar] la fijación de precios", añadió la ministra.
Maria da Graça Carvalho explicó que los próximos pasos consisten en analizar los distintos componentes que integran los precios del gas envasado, que actualmente cuesta, de media, unos 30 euros, y las razones por las que son más elevados que los que se cobran en el país vecino.
Durante la comparecencia, Maria da Graça Carvalho también anunció que el Gobierno aumentará el apoyo al programa Botija Solidária de 10 euros a 15 euros y rediseñará el proceso para que sea más sencillo.
Con esta medida, al aumentar la ayuda a 15 euros para los beneficiarios del programa, el valor "es muy similar al que se practica en España", añadió.
Desde el inicio de la medida, en 2022, hasta principios de enero de este año, se pagaron ayudas por valor de 2.153.280 euros, a un total de 215.328 beneficiarios, según datos de la oficina de Maria da Graça Carvalho, lo que representa el 60% de la cantidad asignada al programa de apoyo.
Aunque el importe no se suscribió en su totalidad, quedando sin utilizar 1,4 millones de euros, el Ministro de Medio Ambiente y Energía anunció el año pasado la renovación del apoyo con un aumento de 2,5 millones de euros para 2025. La puesta en marcha de estas ayudas tenía como objetivo paliar el impacto de la subida de los precios de la energía en los presupuestos familiares en 2022, tras la guerra de Ucrania, y se han mantenido desde entonces. Pero, según Deco, no ha estado a la altura de las expectativas por falta de información y burocracia.