Según el último Barómetro anual Deco Proteste , que encuestó a casi siete mil encuestados en Portugal, entre diciembre de 2023 y febrero de 2024, el 75% admitió haber experimentado dificultades para pagar sus facturas y el 7% de las familias se encontraba en una situación crítica.
La crisis inmobiliaria aparece como uno de los principales factores de tensión financiera de las familias portuguesas el año pasado, suprimiendo cualquier alivio proporcionado por la bajada de la inflación. Según la asociación de defensa de los consumidores, el alquiler de la vivienda fue el gasto que más aumentó en 2023 (+11% respecto a 2022), lo que llevó a que el 23% de los inquilinos admitieran tener dificultades para pagar su alquiler.
A su vez, y dado el aumento de los tipos de interés, casi el 28% de las familias tuvo dificultades para pagar sus préstamos bancarios. Los préstamos aparecen como el tercer gasto que más aumentó (6% respecto a 2022) en 2023, por detrás de los restaurantes (7%).
Además de los ingresos, el barómetro Deco Proteste indica que alrededor de un tercio (31%) de las familias revelaron haber experimentado "mucho más" dificultades para pagar gastos esenciales -como movilidad, salud y alimentación-, mientras que el 4% dijo que era "una misión imposible". Sólo el 6% admite que no ha sentido ningún impacto de la subida de los precios de los productos.