propietarios son la nación Haida, y el acuerdo admite que las "Xhaaidlagha Gwaayaai" o "Islas del fin del mundo", siempre les pertenecieron, una sutil pero poderosa diferencia en la redacción de la negociación de las Primeras Naciones.

El Primer Ministro de Columbia Británica, David Eby, calificó el tratado de "largamente esperado" y, una vez firmado, despejará el camino para que medio millón de hectáreas de tierra pasen a ser gestionadas por los haida.